Los dientes de leche
La dentición primaria, también conocida como caduca o decidua, está compuesta
por los dientes "de leche",
que son 20 y están dispuestos en las dos arcadas, superior e inferior.
Entre todos, se distinguen ocho incisivos, cuatro caninos y ocho molares. A
medida que el niño va creciendo, generalmente alrededor de los 6 años, se van cayendo estos
dientes y empiezan a aparecer los dientes
definitivos. Por tanto, durante una época conviven en la boca del niño
dientes de los dos tipos.
La dentición permanente o definitiva está
formada por 32 dientes entre los que hay 8 incisivos, 4 caninos, 8
premolares y 12 molares, entre los que se encuentran los últimos 4, conocidos
como muelas del juicio. La mayoría de los niños tiene todos los dientes de leche antes de cumplir 3 años y, aproximadamente, alrededor de los
14 años a la mayoría de niños se les han caído todos los dientes de leche y
tienen casi todos los dientes permanentes. Unos 6 años más tarde,
aproximadamente a los 20 años, crecen cuatro muelas más en la parte posterior
de la boca, completando la serie con un total de 32 piezas.
¿Cómo son los dientes?
Blancos y
relucientes por fuera. Esta parte
externa visible se llama corona. La corona de cada diente está
recubierta de esmalte muy duro, que brinda una barrera protectora a las partes
interiores del diente. Debajo del esmalte de los dientes está la dentina, que es la capa más grande del
diente y es similar al hueso. Aunque no es tan resistente como el
esmalte, también es muy dura porque su misión es proteger la parte más interna
del diente, que se llama pulpa. En la
pulpa se encuentran las terminaciones nerviosas del diente, que son las
encargadas de enviar mensajes al cerebro para informar de lo que sucede. La
pulpa contiene también los vasos sanguíneos del diente, que alimentan al diente
y lo mantienen vivo y sano. Tanto la dentina como la pulpa llegan hasta la raíz del diente, que es una
zona interna que está situada debajo de la encía y que sostiene la pieza.