¿Qué es el
cáncer bucal?
El cáncer bucal
se produce en los labios (generalmente, en el inferior), dentro de la boca, en
la parte posterior de la garganta, en las amígdalas o en las glándulas
salivales. Afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres, y
principalmente lo padecen personas mayores de 40 años. El tabaquismo en
combinación con la ingesta fuerte de alcohol constituye factores claves de
riesgo.
La detección
tardía del cáncer bucal, puede implicar cirugía, terapia radiante y
quimioterapia. También, puede resultar fatal con un porcentaje de sobre vivencia de
cinco años para aproximadamente el 50% de los casos . Este pronóstico negativo
se debe en parte a la falta de identificación de los primeros síntomas de la
enfermedad, por lo tanto, la detección temprana del cáncer bucal es fundamental
para el éxito del tratamiento.
¿Cuáles son los
síntoma del cáncer bucal?
Usted, no
siempre, podrá identificar los primeros signos de alerta, de allí la importancia
de las revisiones odontológicas y médicas regulares. Su odontólogo cuenta con
la capacitación necesaria para identificar las señales de alerta del cáncer
bucal. No obstante, además de los controles regulares, usted debe visitar a su
odontólogo si observa alguna de las siguientes anomalías:
- Una llaga en los labios, en las encías o dentro de su boca que sangra con facilidad y no cicatriza
- Un bulto o engrosamiento en la mejilla que usted puede percibir con la lengua
- Pérdida de sensaciones o adormecimiento en alguna parte de la boca
- Manchas blancas o rojas en las encías, la lengua o dentro de la boca
- Dificultad para masticar o deglutir los alimentos
- Dolor, sin explicación alguna, en la boca o sensación de atoramiento en la garganta
- Una hinchazón tal en la mandíbula causando que la prótesis ajuste apropiadamente
- Cambio en la voz
¿Cómo prevenir
el cáncer bucal?
Si usted no
fuma ni masca tabaco, no comience a hacerlo jamás. El 80 o 90% de los casos de
cáncer bucal se deben al tabaquismo.
Tabaquismo: la relación
entre tabaquismo y, cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas ha sido
extensamente probada. Fumar es perjudicial para su salud en general y dificulta
la lucha de su sistema inmune contra las infecciones o la recuperación de
heridas y cirugías. Entre los adultos jóvenes, fumar puede producir atrofias en
el crecimiento y dificultades de desarrollo. Un gran número de fumadores
manifiestan que no huelen o saborean los alimentos como antes. El tabaquismo
también implica riesgos de mal aliento y de dientes manchados.
Su salud bucal
también se pone en riesgo cada vez que enciende un cigarrillo. Fumar
cigarrillos, pipa o cigarros aumenta considerablemente las posibilidades de
desarrollar cáncer de laringe, garganta y esófago. Como la mayoría de las
personas no conoce o ignora los primeros síntomas, el cáncer bucal se disemina
antes de su detección.
Masticación de
tabaco: los usuarios
crónicos de tabaco sin humo tienen 50 veces más riesgos de desarrollar cáncer
bucal que los demás.
Lo mejor es no fumar cigarrillos, cigarros o pipas, o
masticar tabaco o tomar rapé. Las personas que dejan de consumir tabaco, aún
después de muchos años de uso, reducen significativamente el riesgo de contraer
cáncer bucal. El consumo crónico o intenso de alcohol también aumenta el riesgo
de cáncer, y el alcohol combinado con el tabaco constituye un factor de riesgo
especialmente alto.
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